Hoy “La toga castrense” está de luto.
Ayer, 5 de octubre de 2021, falleció en Zaragoza Eduardo Montull Lavilla, General Consejero Togado del Cuerpo Jurídico Militar y Catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad de Zaragoza.
Quienes ingresamos en el Cuerpo Jurídico en el inicio de la década de los 80, procedentes de una convulsa Universidad, formados doctrinalmente en los principios democráticos del Estado de Derecho, teníamos la profunda convicción que la reforma de la Jurisdicción Militar, derivada del mandato contenido en el artículo 117. 5 de la Constitución, sería muy positiva para las Fuerzas Armadas.
Con esta convicción, no nos costó el más mínimo esfuerzo conectar con la manera de ser y actuar de Eduardo Montull, que, en muchas ocasiones, era mucho más joven en ideas renovadoras y de progreso que nosotros bisoños tenientes auditores, “un poco” más jóvenes.
Su talante abierto, su rigor, profundidad y objetividad en el trabajo cotidiano, eran alicientes sobrados para estar rodeado de aquellos jóvenes tenientes.
Desde aquella Auditoría de Guerra de la entonces 5ª Región Militar, en Zaragoza, y más tarde como coronel auditor de la 4ª Región, en Barcelona, Eduardo Montull llegó a convertirse en símbolo de la reforma de la Jurisdicción Militar, cuando, como Fiscal Togado de la Sala 5ª de lo militar del Tribunal Supremo, en la sesión de constitución de la misma, fue fotografiado luciendo el uniforme militar bajo la toga negra de la administración de Justicia.
La conjunción de uniforme y toga, fue el cliché periodístico de la unidad jurisdiccional, proclamada por aquel precepto constitucional.
A su extraordinaria carrera militar, en la que alcanzó los más altos empleos y un gran número de condecoraciones, Eduardo Montull sumó la consideración académica de “maestro” de cientos o miles de discípulos formados en su cátedra en la Escuela de Ciencias Empresariales en Zaragoza y, también, durante los años en los que ejerció la docencia militar en la Academia General Militar de Zaragoza.
Es muy frecuente que a quién esto escribe los cadetes de los años 70, en la actualidad oficiales del Ejército de Tierra de los más altos empleos, ya retirados, pregunten por Eduardo Montull al que recuerdan con admiración por sus clases magistrales en las aulas del más importante centro docente militar.
Todos ellos coinciden al destacar su elegancia, que, como nos recuerda otro insigne jurista, ya fallecido por desgracia, Pablo Casado Burbano, quiere decir “saber elegir y en nuestro caso (en el de Eduardo Montull) se manifiesta en la palabra precisa, la proposición adecuada, el giro oportuno y la imagen más expresiva”.
Milicia y Universidad, una recomendable combinación de la que Eduardo Montull fue paradigma pues, no en vano, está en posesión, entre otras condecoraciones y distinciones, de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con Distintivo Blanco y la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, máxima condecoración en el mundo del Derecho.
Académico de número de la Real Academia Aragonesa de Jurisprudencia y Legislación, en la que ejerció de Secretario General, prosiguió con auténtico empeño y renovado entusiasmo sus estudios de derecho mercantil, civil, penal e internacional y, como no puede ser de otro modo, de derecho militar, disciplina a la que ha consagró su vida.
Descanse en paz.
Santiago Casajús Aguado.
Coronel auditor (retirado).
D.E.P. MI GENERAL.
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